La ley del lunes. Una suma de boludeces que hacen de un día normal, uno asqueroso.

No soy fan del lunes. Tiene sus cosas buenas, como el porcentaje de feriados, que trabajo pocas horas, que por lo general el trabajo es tranquilo, etc.
Pero tiene un pequeño defecto/virtud que lo hace un día que me gusta o que odio, no tiene termino miedo (además de que es el día en que me tengo que levantar temprano de vuelta después de una noche en vela, porque claro, el domingo duermo hasta las 14:00 y a la noche no me puedo dormir).
Cómo es el lunes suele condicionar toda mi semana: si el lunes es horrible, probablemente el resto de la semana también lo sea, si el lunes fue un día agradable, el resto de la semana seguramente no sea una maravilla, pero tiene potencial.
El lunes (y todos los días en realidad, pero sobre todo este) a su vez está condicionado por cómo empieza. Si empieza mal, sigue mal.
Eso parece ser lo que está pasando hoy.
La semana pasada, mi mamá salía temprano, así que decidí levantarme 5 minutos antes para aprovechar y que me lleve en auto a la parada del colectivo. Viajé tan bien, tan rápido, tan sentada y tan durmiendo, que se me ocurrió que no era tan grave levantarme todos los lunes 5 minutos antes para tomar un colectivo en el que se viaja bien.
Así que hoy repetí el experimento:
me levanté, tomé mi jugo de naranja y prendí la tele a ver que temperatura hacía para poder elegir mi ropa.
Primer mal presagio: el 60 está de paro, y además quieren cortar Panamericana. Por mi casa pasan casi todos los ramales del 60, la mayoría de los cuales a partir de ahí hacen un recorrido muy similar al que suele ser mi colectivo de elección.
Segundo mal presagio: mi mamá no encuentra las llaves de su auto (se las dejó puestas xD)
Tercer mal presagio: todos los colectivos que circulan por av. Maipú van demasiado llenos para la hora que es. Mis esperanzas de subir al 152 y encontrar asiento se empiezan a desvanecer.

Tal como pensaba, el 152 llega a mi parada tan lleno como si estuviera en Santa Fe y Callao. No sólo no me voy a sentar, sino que llegar al fondo es como cruzar el Mar Rojo antes que Moisés haga lo suyo (?). Por lo menos va rápido: es temprano y no hay 60s que esquivar.
En Cabildo y Congreso logro sentarme (^^), y a partir de ahí es un viaje relativamente tranquilo, al menos para los felices pasajeros que conseguimos asiento.
Llego a trabajar y parece que la maldición de los lunes se rompió. Llegué 15 minutos antes, punto a favor.
Con ese aparente giro en los acontecimientos, subo muy contenta a mi laboratorio. Mi cuaderno está vacío. Otro punto a favor... nop, no es para tanto. El cuaderno está vacío, pero mi lista de tareas no. 2 items, ok, no es tan grave.
Preparo ambos items y algunas cosas adicionales que siempre se olvidan, como para no tener que hacerlas mañana.
10:30, ya casi termino con todo, me falta esterilizar y el resto del día es mío... pero con la torpeza que me caracteriza tiro un cuaderno de arriba del escritorio. Abajo del cuaderno (sisi ABAJO!), hay otra lista más de cosas que necesitan.

experimento la siguiente lucha interna:
- ya fue, yo la dejo abajo del cuaderno y digo que no la vi.
- pero, y si llega alguien y como todavía me queda tiempo tengo que autoclavar otra vez?
- le digo que no, que me voy a ntes porque tengo que cursar.
- no, no puedo ser tan garca.
- pero no es de garca, ¡cómo van a dejar la lista abajo de un cuaderno! ¡qué les cuesta poner todo junto!
- pará, no tiene fecha, capaz es un papel que quedó de otro día, y lo hago y no lo necesitan.
- mmmm tentador "no lo preparé porque como estaba escondido, y no tenía fecha pensé que era de otro día" puede funcionar....
- no, puede pasar lo mismo que si digo que no lo vi...
- a lo cual respondería lo mismo que si digo eso....
- pero posta, y si no es para hoy y lo preparo al pedo?
- pero los hisopos están ahí arriba, nunca hay hisopos ahí, si no los necesitan por qué los dejaron?
- está bien, pongo los hisopos, la fisiológica y elTSA ya los hice por las dudas, pero el MH que lo hagan ellos!
- ...
- ...
- ufa, está bien, ¡¡hago el MH!!
yo y mi otro yo nos vamos puteando hacia el droguero.
La maldición no se rompió.

Al final terminé con todo, lo que tenía que hacer, y lo que tal vez no, también.
Después me puse a ordenar y mientras lo hacía se me cayó una caja de tips (puntas de micropipeta) llena. 15 minutos tirada en el piso juntando tips. Pero después de eso si, el día es mío. Capaz hasta termino de leer el Tp de renal!
NNNNNNNNNop. Ilusa.
12:15. Pasos. Una silueta de gurdapolvo blanco. Miedo.

- Hola Guada! Viste la lista que te dejó Lidia?
- Si, ya sale todo del autoclave.
- Me hiciste el Baird Parker y la fisiológica de 90 ml?
- No, eso no figuraba.... [reprime el llanto]
- Aaaaaaah, a ver, esperá
[se escucha una conversación telefónica, capaz zafé]
- si, bueno, dice que me lo hagas y culquier cosa el autoclave lo controlamos nosotros si vos te vas.

Maldición de mierda.