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en el país de nunca jamás

lunes, 19 de julio de 2010

Cosas que casi me avergüenza admitir

Obviamente no me avergüenza tanto porque sino no lo publico acá, pero al menos no me enorgullece.
Soy una de las muchas que leyó Crepúsculo y fue absorbida por la historia por mucho que no fuera ninguna obra de arte literaria. Hasta ahí todo bien.

Pero ayer vi la película.
No me juzguen, llovía, hacía frío y estaba aburrida, y tenía curiosidad de ver si era tan mala como muchos decían.
Y resulta que tenían razón, que bostaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Me dio la impresión de película de bajo presupuesto, de esas que son perfectas para agregar un doblaje con los diálogos cambiados. Onda lo que hacían de presentación de Showmatch cuando estaba a las 12 de la noche y se llamaba Videomatch.
Lo peor es que en varias escenas parecía que la joda del doblaje ya estaba hecha.

Después la caracterización de los personajes:
Parece que el disfraz de vampiro consistía en pintarlos a todos de blanco y ponerles una peluca, cuanto más plástica y fea, mejor.
El vampiro héroe supuestamente hermoso y capaz de conquistar el corazón de cualquiera se pasa toda la película con cara de constipado sufriente. Quedaría joya en una propaganda de Activia.

Y los diálogos!
Los diálogos entre la pareja protagonista son una cosa así:
- Mmmmmm
- Eeeeeehh
- Eh eh eh... You're a vampire.
- I'm a-a-a-a monster. I will hurt you.
- I.. I... I.. I don't care. I... I love you.
- How can you love a monster?
bla bla bla bla, eso se repite unas 5 veces. Cuando no hablan el la mira con su característica cara de Activia y ella sonríe con el entusiasmo que yo pongo cuando me sacan una foto.

Lo único que zafa (y hasta ahí) es la banda sonora.

Muchos no necesitan que se los diga porque ni pensarían acercarse a un aparato que la estuviera proyectando, y otros capaz ya cometieron el error, así que esto va para los que todavía están a tiempo: NO LA VEAN.

viernes, 16 de julio de 2010

Cuando una se aburre en el trabajo, no le queda otra que quejarse del mundo en un blog.

Estoy de muy mal humor.

- Me levanté con un labio hinchado como si me hubieran cagado a palos, o como si me hubiera operado el cirujano de Moria Casán (que sea quien sea, habría que apedrearlo públicamente). O capaz el cirujano de Moria me cagó a palos mientras dormía (?)

- Me entré a bañar y me olvidé de llevar al baño la mitad de la ropa, así que tuve que cambiarme en mi cuarto con su temperatura de iglú.

- Llegúe al trabajo y no tenía nada para hacer (pero nada de nada de nada). En general no me molesta porque tengo que estudiar, o no hay nadie para presenciarlo, pero es viernes! siempre hay alguien para presenciar que no estoy haciendo nada. Me pondría a estudiar, pero me olvidé la calculadora y es imposible hacer problemas de física así :B. Leer el libro no es una opción, es inhumano.

- Decido disfrutar mi corto rato de paz sin testigos, y en la plaza a eso del mediodía empieza un acto de la Juventud Peronista. Siendo las 17:00 todavía no dejaron de pegarle al bombo ¬¬. Malditos. Y cuando dejan de pegarle al bombo es para que alguien diga que Kirchner es un revolucionario al igual que Perón, y todas las bondades del gobierno actual.
Encima que de jóvenes no tienen nada ni siquiera deben saber lo que significa 'revolucionario'.

- Me pongo a boludear en una compu pero llega gente que la necesita en serio, y quedo relegada a la que tiene windows 98 y teclado sin letras, que no me deja entrar más que a mi mail y mi blog, cualquier otra página la tilda, pobrecita.

- Salgo a dar una vuelta y termino indefectiblemente comprando porquerías comestibles de esas que dije que iba empezar a comer menos.

- Intento leer el libro (indicador de un alto nivel de desesperación) pero combinado con el bombo es imposible.

Entonces suena la marcha peronista, y después el mundo vuelve a ser habitable. Casi.

lunes, 12 de julio de 2010

Odisea bancaria

En realidad "odisea" es exagerar un poco, pero no se me ocurrió otra cosa.

Hace unos días llamaron a mi casa del banco al que hace poco transfirieron las cuentas del trabajo para avisarme que mi tarjeta de crédito estaba lista para ser retirada.
Obviamente colgué, porque yo no pedí ninguna tarjeta de crédito ni tampoco quiero tener una, por lo cual retirarla o no retirarla me daba igual. Me daba igual hasta que mi mamá se acordó de la otra parte del mensaje: "la tarjeta ya está hace mucho, y si no la vas a retirar te van a cobrar la reimpresión". Reimpresión de qué, no se, porque vence en el 2013.
La cuestión es que, aprovechando que hoy no tengo prácticamente nada que hacer, me fui al banco a dar de baja mi tarjeta (si, a dar de baja, porque YO NO QUIERO TENER TARJETA DE CRÉDITO, cosa que todos los bancos se niegan a entender.)
Llegué a las 10 a.m. pensando (como una ilusa) que si llegaba para la apertura el tema iba a ser rápido, y además podía aprovechar para pedir monedas. Ja! claro.
Mesa de informes: 10 personas adelante mío.
En espera de ser atendidas: 5-6 personas más.
Cola de las cajas: demasiada gente para mi gusto.

En un cubículo de acrílico alfombrado se veían pilas y pilas de carpetitas y sobres rojos en los que asumí que estaban las tarjetas, y el flaco que atendía ahí tenía los nombres y DNI de todos los que estabamos esperando, y anotaba cosas en planillas. Lo primero que pensé fue que estaba buscando las carpetas de la gente que estaba a la espera para agilizar las cosas. Nnnnnnnnnnnnop. Al banco le encanta jugar con mis ilusiones.

Me senté a esperar a que me llamen.
10 minutos... nada [pero hay una oficina vacía.. por qué no llaman a nadie???!].
15 minutos: el chico que maneja las carpetitas va a llamar a alguien!!
-Sra. Pirulita [nadie se levanta, mientras yo grito interiormente ¡¡¡A esa ya la llamarooooonnnnn!!!!!]
[Aparece la chica que llamó a Pirulita]
- Ah! la señora está conmigo! [jajaja que gracioso ¬¬. Entonces los dos desaparecen por una puerta y aparentemente son tragados por un agujero negro.]

25 minutos. No se sabe cómo ni por qué, pero de repente todas las oficinas están vacías.

Dos señoras indignadas se quejan a mi lado porque "cómo puede ser que hayan licitado por 60mil cuentas cuando no son capaces de contratar 10 personas más para que manejen los trámites." Tienen razón, pero si las escucho a ellas no escucho si dicen mi nombre.
Ahí es cuando se me ocurre optimizar mi tiempo yendo a pedir monedas. Ni a palos hago la fila de las cajas comunes, hay como 50 personas, así que me mando a la caja de clientes infinitynosecuanto que está vacía, porque mi mami tiene una de esas cuentas y yo tengo una extensión de la misma.
- DNI
- 32.***.***
- Guadalupe?
- Si
- Pero eso no es una cuenta infinity.
- Cómo que no? [mostrando la tarjeta]
- Acá figura como una super cuenta, la infinity es con el DNI del titular.
- ¬¬ gracias.

Media hora. MEDIA HORA Y ATENDIERON 2 (DOS) PERSONAS [entre 4(cuatro) empleados]
El agujero negro devuelve a cada empleado a su oficina, mientras tanto yo me quejo en voz baja conmigo misma por estar hace media hora esperando para retirar una tarjeta de crédito que no pedí y que además planeo dar de baja ni bien me entreguen.

40 minutos. Dos personas se van a quejar con el gerente.

45 minutos. Ambas personas se van, aparentemente sin llevarse lo que fueron a buscar, y en el hall están juntando madera para la hoguera.

50 minutos. Alguien dice un nombre. Si, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. Soy yo!! Me están llamando!!!
Me siento y le explico a la señora que yo no pedí la tarjeta, que no quiero la tarjeta, que ya tengo una tarjeta, que blablabla.
Entonces la señora me explica que la tarjeta se asigna automáticamente porque la facultad es cliente nuevo, que cómo son un montooooon de cuentas no tiene nigún tipo de gasto, que blablabla, y que los papeles del retiro los tengo que firmar igual, y que bajo esas circunstancias no me conviene darla de baja, porque no me la van a cobrar nunca, porque me puede servir para descuentos, porque etc etc etc.
Y me convenció.
15 minutos después (poco más de una hora después de que dejé mi nº de DNI en informes) me voy con un sobre enorme conteniendo mi tarjeta no dada de baja y todos los beneficios que puedo disfrutar a partir de hoy.
Me odio.


domingo, 4 de julio de 2010

Pame


Hace 7 años te encontré en un cantero siendo un pompón gris de 10 cm y te traje a casa con la perspectiva de sumar un gato más a los muchos que ya teníamos.
En menos de media hora una amiga de mi vieja te adoptó, y 4 meses después te dejó en casa para irse de vacaciones. Y nunca te vino a buscar: "es mala, para mi hay que dejarla en el predio del hospital".
Y entonces vos me elegiste. Te escondiste en mi cuarto, dormiste en mi cama, te dejaste acariciar sólo por mi y por varios días no saliste más que para comer y usar las piedritas. Eras
mia, mi gata. Una diva totalmente indiferente a cuanto gato, perro o humano le pasara cerca, con más personalidad que todos los otros juntos.

Pero de repente estabas rara. Ya no me perseguías cuando me veías con la bolsa de comida, no bajabas a otros gatos cuando ocupaban TU lugar arriba de la estufa, no peleabas con Jamaica, ni siquiera te resistías a tomar los remedios.
Al tiempo empezaste a adelgazar y a perder pelo, y dejaste de salir a revolcarte en la tierra.
Tres días después te diagnosticaron leucemia, y hoy, tres días después de eso llego a casa para enterarme de que ya no estás, y estoy llorando a moco tendido como no lloré por ninguna mascota. Y no porque a las demás no las quisiera, pero vos eras mía y eras especial, porque fuiste el único ser vivo capaz de arrancarle una lágrima a mi viejo,
porque nos elegimos, y te voy a extrañar más que a ninguno.

Y como cualquier cosa que yo escriba en esto no te va a hacer justicia, prefiero dejarlo acá, y, por estúpido que sea escribirle a un gato que se acaba de morir, decirte lo que espero haberte demostrado muchas veces: que te amo, Gatus.